Mientras aquí seguimos llenando titulares, páginas de opinión y debates políticos sobre cuestiones de largo plazo (como en qué momento y por qué mecanismo cobrarán la paga doble los funcionarios, por poner un ejemplo), en otros países dedican su atención a debates mucho menos trascendentales, como el diseño de una política industrial que garantice su futuro.
El jueves de la semana que viene, por ejemplo, el Congreso de los Sindicatos en UK (TUC, Trades Union Congress), organiza en Londres una sesión de debate con el título «Building a Secure Future: a new industrial policy«. Este debate se inscribe en el ciclo de conferencias «After Austerity: What next for the UK economy«, y se centrará en debatir las acciones que debería tomar el gobierno de UK para promover la industria con la visión en el medio y largo plazo. Qué pérdida de tiempo, cuando podrían estar discutiendo qué hacer con la paga extra de julio…
Este tema de la política industrial es un debate muy activo en el Reino Unido y en USA, y hay algunas personas que me parece que aciertan mucho en sus planteamientos.
Entre ellas destaca Stian Westlake, que es el Director Ejecutivo de Investigación y Políticas de NESTA. No es un político, aunque sí es número 1 de su promoción en Oxford, Master with Distinction por la London Business School, Kennedy Memorial Scholar en Harvard, ha trabajado en la oficina de McKinsey en Silicon Valley, y ha fundado un capital riesgo para iniciativas sociales innovadoras.
Si te interesan estos temas, deberías seguirle en Twitter @stianwestlake, y leer sus posts en el Policy Innovation Blog de NESTA. Escribe también de vez en cuando en el Huffington Post y en The Guardian.
Recuerdo que me gustó mucho uno de sus posts del año pasado, en el que resumía la política industrial en un puzzle de tres piezas:
- ¿Ha funcionado la política industrial hasta ahora?
- ¿Cómo podemos definir políticas eficaces para el futuro?
- ¿Cómo explicamos estas políticas al electorado para que tengan respaldo social?
Mucho sentido común, muchas referencias a personas y artículos clave, y muchas preguntas correctas. Stian me puso también sobre la pista del proyecto del MIT, «Production in the Innovation Economy«, que está tratando de sistematizar las claves para convertir el conocimiento en industria en USA (o, dicho de otro modo, para crear una industria del conocimiento).
Me despido con el último post que escribe ayer Fareed Zakaria en su columna en el Washington Post «What’s missing from the cliff debate: Growth», que habla de estas mismas cosas. Nos está pasando que las presiones de lo inmediato y los debates sobre el sistema financiero o el fiscal, nos están impidiendo centrarnos en los debates que realmente importan, los que nos servirán para construir un futuro diferente.
En Euskadi nos jugamos mucho en resolver este puzzle de la política industrial. Como todos los puzzles, requiere paciencia, largo plazo: necesitamos transformar nuestro sistema educativo, completar nuestro sistema de ciencia y tecnología, necesitamos seguir apostando como país por la innovación, renovar la apuesta público-privada…
Que no nos distraiga el ruido.
Si dejamos que nuestro futuro lo diseñen los políticos (estos políticos) no habrá nada que hacer.
Nuestro drama no es el paro, el paro es la consecuencia de un país sin modelo industrial, con una política educativa que prima el funcionariado (en política, en empresas, en sindicatos, en la administración…) sobre el emprendizaje y el compromiso.
Las discusiones en prensa son todas. Iguales; todos los «grupos de presión» dicen; «lo mío es esencial, no me lo toquen, no me cambien el status». Nadie propone que hacer para mejorar y todos podemos y debemos hacer cosas para mejorar.
En clave estratégica (El Loro europeo)
El 13 de febrero, hace ya casi un año, se presentó al congreso de los Estados Unidos de América la propuesta de presupuesto para el año fiscal 2013. El documento incluye como es habitual el mensaje del presidente Obama «The budget message of the President» al congreso, en el cual explica las bases de elaboración del presupuesto. Textualmente cito «…. In this budget, we are sustaining our level of investment in non-defense research and development (R&D) even as overall spending declines, thereby keeping us on track to double R&D funding in the Key R&D agencies….». Es decir, junto a una política de recortes generalizados y austeridad en el gasto público, se hace una apuesta por la investigación y el desarrollo, y con un objetivo explícitamente expresado en el mismo discurso. Para que en el escenario económico actual de alta tecnología y globalización, los EUA sean el mejor lugar del mundo para que una idea vaya desde su concepción hasta las plantas productivas y de allí a las tiendas. En otras palabras para que la innovación se produzca de manera rápida, eficiente y eficaz en el entorno empresarial de EEUU y de ahí a los mercados globales. El objetivo no es ser los mas listos, ni tener el mayor número de patentes, ni estar en el mejor ranking de publicaciones científicas, el discurso de Obama está repleto de competitividad de la economía, recuperación del empleo, y dignidad social, en particular para los desempleados. Las medidas de ajuste del gasto están bien presentes. Junto a estas, modificaciones en la política fiscal, e inversión en educación, I+D, y emprendimiento, son las claves de activación económica.
Desgraciadamente en otros entornos geográficos, políticos y económicos, seguimos hablando de recortes y mas recortes y de rescates, bancos malos, primas de riesgo, y en la vieja Europa más babélica que nunca en estos días, parece que no hay soluciones o propuestas para reactivar la economía, lo que dibuja una Europa de segunda o tercera fila mundial, donde los recortes nos irán empobreciendo a todos, tanto como individuos con menores salarios y capacidad adquisitiva, como colectivamente como sociedades con peores sistemas educativos, peores sistemas sanitarios, menor cultura en general y mayores desigualdades sociales. Me contaban una vez que un camello es un caballo negociado en Europa, y atribuían la frase a un ilustre político español. Pues bien, yo creo que en las mesas de Europa hoy en día, ni siquiera somos capaces de negociar el camello, cada día vamos recortando el pretendido caballo que necesitamos para tirar del carro, y hemos pasado por el burro, el cerdo, la oveja,…. sin que la vieja Europa consiga ponerse de acuerdo y alcance una respuesta homogénea y eficaz. Y lo peor es que aún no ha terminado, porque de seguir así, seguiremos bajando en la escalera productiva pasando por el perro o el gato, hasta tener un loro, vistoso si, con aparentes habilidades, pero que para tirar del carro y producir, no llega a producir nada mas que ruido, colorido,…..y caca.
Vaya por delante que soy un europeísta convencido. De lo que no estoy tan convencido es del papel que juegan los que se sientan en las mesas de decisión de Bruselas o Estrasburgo.
Es cierto que el programa marco de I+D emerge entre ese caos europeo como la única apuesta coherente y con un respaldo económico creciente. Ya el séptimo programa marco, que nos llevará hasta 2013, ha incrementado la apuesta de I+D europea pasando de los casi 4.500M€ del programa marco anterior a casi 7.300M€ por año, y que el futuro programa Horizon 2020, apunta en la misma dirección (aún muy lejos de los 140.800 M$ del presupuesto de I+D de Obama para 2013). Pero es igualmente cierto que la eterna paradoja europea sigue presente y que el programa marco sigue presentando carencias en la puesta en el mercado de los resultados de I+D.
Desde mi opinión, una de las claves para interpretar parte de la paradoja europea de I+D, está en el tipo de empresas que tenemos, que son mayoritariamente PYMES sobre todo en algunos países y regiones de Europa, y la lejanía de estas del programa marco, y el hecho que son estas mismas PYMES las encargadas de la innovación en los mercados y las defensoras de la posición competitiva europea en el escenario económico global. Nuestras PYMES, salvo algunas excepciones en sectores muy intensivos en conocimiento, no ven el programa marco, no lo entienden, no están en el mismo idioma, no coinciden ni en plazos, ni muchas veces en objetivos o prioridades.
Y no debemos olvidar, que el programa marco europeo a pesar de esas cantidades de euros, es solo una pequeña parte de la inversión en I+D necesaria. Así, en nuestro caso, tal y como se refleja en el PCTI 2015, entre los años 2011 y 2015 esperamos movilizar retornos económicos desde el programa marco europeo por un importe de 411M€, que es menos de un 5% del total de la inversión en I+D prevista en el Pais Vasco en dicho periodo y que el mismo plan establece en 8.946M€. Por estos motivos, el papel de los presupuestos de I+D de los estados miembros y de las regiones europeas se convierte en esencial, no solo por su aportación económica directa al monto de inversión en I+D necesario, sino también y principalmente, por su capacidad de movilizar recursos de inversión privada, desde un diseño de estrategias, políticas, planes e instrumentos de I+D cercanos a las empresas, y atendiendo a sus necesidades de innovación, a sus plazos y a sus objetivos. La clave está en la correcta definición de las estrategias industriales, y en como de eficaces seamos para conectar estas estrategias con las de innovación, ciencia y tecnología. Las estrategias regionales de innovación (RIS), no pueden seguir siendo miméticas al programa marco, no puede ser que las prioridades de I+D sean iguales para toda Europa, independientemente del ámbito socioeconómico y geográfico al que nos ciñamos. España no puede tener todas las prioridades de I+D europeas en sus programas y que estos sean iguales que los que tenga Finlandia, o Suecia, o Alemania, o Grecia, y Euskadi no puede tener las mismas que el global de España, y ser iguales que las de Cataluña, o Castilla León, o Andalucía,… Debemos incorporar las características locales, que no deben ser otras que las que hagan que determinadas inversiones en I+D sean susceptibles de convertirse en innovaciones en mercado, y que son las que conectan el esfuerzo inversor, con las capacidades locales, y con el tejido empresarial de un determinado País o Región. Ni siquiera en todos los casos, el mero hecho de disponer de recursos naturales de alto valor es una garantía de tener una economía competitiva. Que vamos a decir de otros países o regiones en los que no disponemos de recursos naturales.
Hemos cambiado el RIS, por la estrategia de especialización inteligente S3 (Smart Speziallization Strategy), la clave del éxito estará en la diferenciación inteligente de nuestra región, de manera que seamos capaces de hermanar los esfuerzos públicos y privados en las estrategias de innovación y competitividad económica. Y apostar fuerte, concentrando los esfuerzos, para no acabar pasando desde el loro europeo, al periquito español, y al epetxa local.
Edorta Larrauri
Descubriendo la Industria del Conocimiento – euskadi™