Es un dato que la Historia y sus historias se repite, y por eso estos días muchos recuerdan historias de Grecia. Desde el Caballo de Troya (con el Toro de Osborne pisando los talones, por cierto), hasta la defensa de los griegos en el paso de las Termópilas ante el todopoderoso imperio de los mercados a las órdenes de Merkel (perdón, el todopoderoso ejército persa a las órdenes de Jerjes, quería decir).
Tsipras, Dragasakis, Varufakis y el resto de bravos ministros griegos se han plantado en el estrecho paso, con la sana intención de demostrar que un gobierno no tiene necesariamente que estar al dictado de lo que digan los mercados. Quizá por eso sean todo chicos, por la testosterona que requiere el ejercicio. Será por eso, o porque hay países y líderes que siguen viendo y hablando solo con la mitad de las personas, una verdadera lástima y un gran error, a estas alturas del partido…
La duda es si podrán esperar hasta que lleguen los refuerzos hispanos (ayer estuvieron haciendo eso que hacen los espartanos de «Ajú!»), o sucederá como en la Segunda Guerra Médica, y acabarán aniquilados por una fuerza infinitamente superior, y que además se dará prisa en aplastarlos para evitar el contagio. Grecia no llega a representar el 2% del PIB de Europa, así que varios ya han puesto en marcha el cronómetro para contar el tiempo que falta para su salida del Euro, y las subsiguientes tragedias griegas: «Corralito del Dracma» y «Ya os habíamos avisado».
Los mercados son pragmáticos. Pueden tolerar el experimento de Grecia, si se mantiene dentro de unos límites admisibles en la conversación sobre la devolución de su deuda. Pero si se sale de esos límites, el miedo de que los experimentos se extiendan a otros países, provocará una reacción drástica…
Así que, aprovechando que el tiempo viene frío, vamos a comprar unas palomitas y a disfrutar de la película. Creo que la siguiente escena es cuando mandan a la Troika para ver si los griegos se rinden sin pelear, y Varufakis (que tiene un cierto parecido físico con Lord Voldemort, todo hay que decirlo) les tira al pozo al grito de «Esto es Esparta!». Los del «The Economist» ha comprado también palomitas, aunque se han puesto otra película : )
Bonus Track
Ez adiorik, Basque Research!
Este viernes se ha cerrado la página web de Basque Research, después de más de una década de servicio a la comunidad investigadora. Un servicio centrado en comunicar a la sociedad vasca, y también a difundir internacionalmente, los resultados de la investigación desarrollada en Euskadi. La Directora General de la Fundación Elhuyar nos deja hoy un artículo «Se cierra una ventana«, que invita a la reflexión, porque el cierre se debe básicamente a la falta de recursos…
Quería desde estas líneas dejar testimonio de mi gratitud a las personas y a la institución que han hecho posible Basque Research, y rendir homenaje a su esfuerzo, y al apoyo que han recibido de nuestras instituciones, por difundir nuestra ciencia.
Ez adiorik, Basque Research!
Este tipo de visiones tan en blanco y negro, tan en plan buenos y malos, tan en modo tragedia griega, no dejan de ser sino eso, un género literario mas. Pero no valen.
Los mercados como dices en tu post son muy malos pero solamente cuando reclaman a quien ha acudido a ellos previamente cumplir su parte del pacto. Antes cuando Grecia necesitaba financiarse, entonces no eran Jerjes ni sus ejércitos. Una visión simple y simplista. Cuando menos inapropiada de un foro universitario.
Gracias.
Gracias Kike,
No pretendo que este blog sea un foro universitario, nada más lejos de mi intención.
Tampoco encuentro en el post dónde digo que los mercados (o Jerjes) son muy malos… Ni tampoco dónde digo que Grecia es la buena en esta película, no tengo yo esa visión…
A mis alumnos les recomiendo que lean muchas versiones de la realidad, antes de quedarse con la suya. También que lean los clásicos, me parece que siguen valiendo para algunas cosas.
En cualquier caso, gracias por leerme, y por dejar tu opinión, que me parece interesante.
Saludos