We band of brothers

El otro día, en el post de los 6 quesitos, al hablar de los diferentes ámbitos que forman el Sistema de Innovación me refería a la importancia de combinar la gestión de los intereses diferentes y de los intereses compartidos. También en algún post anterior daba vueltas a la misma idea, en aquella ocasión referida al ámbito de lo Público y lo Privado.

Es fácil enunciar este principio, pero algo más difícil llevarlo a la práctica. Si no estamos firmemente convencidos de un proyecto, no seremos capaces de sacarlo adelante. Pero si creemos con tanta fuerza en nuestras ideas ¿cómo admitir las de otros?.

Reflexionaba esta semana con algunos amigos sobre el futuro de IK4 y Tecnalia, proyectos donde confluyen lo Público y lo Privado, la Ciencia y la Tecnología con la Competitividad, la creación de valor económico con la creación de valor social, la necesidad de ser locales y globales al mismo tiempo (de las relaciones entre los Sistemas de Innovación locales, autonómicos, estatal y europeo, tenemos que hablar un día de estos…)

También me he reunido hace no mucho con responsables de nuestros siete Centros de Investigación Cooperativa, y antes de que mayo cierre su párpado azul tendré ocasión de charlar con los Vicerrectores de Investigación y Directores de nuestras cinco Universidades. Y, gracias al extraño proyecto que me ocupa, tengo la fortuna de pasar también mucho tiempo con profesionales de nuestra industria. Proyectos vibrantes, personas comprometidas, ocupados en mejorar cada día.

Son encuentros en los que compruebo que no es fácil combinar la gestión de los intereses compartidos y los diferentes. En muchas ocasiones, lo diferente se impone a lo compartido: eso no es necesariamente malo, la competencia me ha parecido siempre sana, es necesario que pensemos diferente para que creemos un futuro mejor. Lo malo es que a veces lo diferente se convierte en un foso que se va llenando de desconfianza, de falta de respeto, de incomprensión… No es algo privativo de los Sistemas de Innovación, que en este País nos cuesta poco cavar fosos…

Por fortuna, compruebo también que hay muchas personas que han educado su mirada para encontrar lo que nos une por encima de lo que nos diferencia. Que han educado su espíritu para arrojarse a los fosos que otros cavan y llenarlos de entendimiento, de respeto a quien tiene un proyecto diferente (ánimo Pablo, que personas como tú necesitamos muchas)…

Y también personas que saben construir proyectos más grandes, en los que podemos caber todos, en los que muchos diferentes trabajamos juntos y olvidamos si estamos en lo Público o lo Privado (o en medio), en la Ciencia o en la Tecnología (¿pueden existir separados?), en los Valores o en la Economía (a dónde nos ha llevado la ausencia de los unos en la otra!).

Vine a este proyecto de Innobasque porque creo en el proyecto de convertir a Euskadi en EL referente europeo en Innovación, y que para conseguir ese sueño es preciso que haya personas que trabajen en construir puentes, en llenar fosos, en construir sueños comunes. Igual que hace falta que haya personas que pongan el acento en los proyectos propios, que sin ellos no hay futuro. Cada palo debe aguantar su vela, entender su responsabilidad y ejercerla, que si nos diluimos todos en un abrazo, aquí no hay quien se aclare (algo que en ocasiones amenaza el universo de lo público-privado).

¿Cómo hacer que esto tan complejo funcione? Me viene a la cabeza el consejo que le daba Leónidas a su hijo, explicandole dónde radicaba la verdadera fuerza de Esparta.

O las palabras de Enrique V el día de San Crispín. Ahora las Termópilas o Azincourt se llaman Crisis Global o Aquí No Hay Futuro, y realmente somos un pequeño País para enfrentarnos a semejante enemigo. 

Que en 2030, cuando miremos hacia atrás, podamos decir aquello de «We few, we happy few, we band of brothers…».

5 pensamientos en “We band of brothers

  1. Compruebo, Guiller, que como los buenos, te creces ante los grandes retos y las grandes motivaciones. Compruebo también que eres absolutamente consciente de la que nos viene encima, de la magnitud de la crisis mundial y del escenario internacional tan tan complicado que nos va a tocar en el futuro próximo. No dudas, con razón, con comparar el desafío a la altura de, ¡nada menos!, la Batalla de las Termópilas y de la Batalla de Azincourt, en la Guerra de los 100 años, y sobre la necesidad de afrontar también nosotros lo nuestro bien unidos, como Leónidas y Enrique V con los suyos consiguieron.

    Aspiras que Thought in Euskadi no solo lo lea regularmente Obama y su equipo (tal como parece que está ocurriendo según nos llega por fuentes muy innovadoras), sino también y especialmente los actores clave en el Sistema de Innovación de Euskadi y resto de las empresas e instituciones del País, de los que depende en definitiva que la cooperación entre todos funcione (cooperando cada uno desde donde le toque estar trabajando).

    Pero te das cuenta, Guiller, que aún falta un paso más. Está clara la necesidad de toma de conciencia clara por parte de todos del super-desafío que nos toca (tanto la superación d ela crisis como la consecución de la 2ª Transformación Socio-Económica de Euskadi) y la necesidad de cooperación entre agentes.

    Pero, sí, aún algo más: la confianza-complicidad entre todos, saber que en este pequeño país podemos contar de verdad con el/la de al lado. Es un plus, hacer que seamos, como dices, algo más : We band of brothers (and sisters)!

    Para otro día dejamos una reflexión acerca del (indispensable) heroísmo …

    (Por cierto, Kenneth Branagh se te parece)

  2. Me apunto a la reflexión sobre el valor de lo diferente como pieza indispensable para construir una visión compartida. El ser humano tiene una capacidad inherente fantástica: la generosidad. Gracias a ella, podemos aportar solidariamente en lo que creemos, sin renunciar a nuestro propio camino. Creo que está en la base de esa idea de sociedad colaborativa que no termina de nacer. Importantes ambos aspectos: uno, la voluntadad de cooperar; dos, la visión clara de los propios objetivos. («Si no sabes a dónde vas, ¿por qué te empeñas en correr?»)
    Ciertamente nuestro valor reside en la fuerza de cada uno de los «soldados» que se «faja» en las empresas, en las organizaciones, en la calle, en la familia, por hacer que este «paisito» nuestro sea cada día un poco mejor.
    Es relativamente sencillo hacer causa común cuando nuestros principios se ven refrendados y fortalecidos en el espejo de la conversación, en los proyectos similares, cuando el viento de cola nos lleva a gran velocidad «hasta el Infinito y más allá…»
    Pero luego viene la realidad, la tozuda realidad, que está formada por muchas y muy diversas visiones. Cada proyecto es diferente al anterior, pero no antagónico. Todos tan distintos y tan iguales (¡qué tentación no citar la gota de agua!)
    Si tienes una duda y la compartes, no estás expandiendo el temmor y la incertidumbre. Cuando compartes dudas y dolores, en el fondo, te estás acercando, paso a paso,a la verdad.

  3. El Athletic ya ha ganado « Thought in Euskadi

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  5. Elegir perder – euskadi™

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