Esta mañana, mientras anudaba los lazos rojos y blancos en las coletas de mi hija de 6 años, y veía en el espejo la ilusión que se desbordaba en sus ojos, pensaba para mí, el Athletic ya ha ganado.
Y después mientras negociaba en el desayuno con mi hijo de 10 años si se iba a poder quedar despierto hasta el final del partido (algo que sólo ha conseguido antes en la noche de Obama), pensaba para mí, el Athletic ya ha ganado.
Y a media mañana, cuando me he acercado a SPRI para una reunión y he visto como Bilbao y los bilbaínos latían con un sólo corazón las últimas horas de la cuenta atrás, pensaba para mí, el Athletic ya ha ganado.
Y cuando después de comer me he acercado a Eibar para la reunión de un i-Talde, y he visto la A-8 jalonada de banderas en los bloques de pisos, en los caseríos, en las empresas, pensaba para mí: el Athletic ya ha ganado.
Me da igual si el marcardor en el partido de esta noche se quiere equivocar, el Athletic ya ha ganado, porque ha sido capaz de hacer soñar con un objetivo imposible de alcanzar a cientos de miles de personas (qué digo yo cientos de miles, millones, que estamos hablando de Bilbao). Y también ha sido capaz de juntar en una sola mirada a quienes están acostumbrados a mirar desde esquinas opuestas, algo nada común, como reflexionábamos no hace mucho…
Precisamente en el i-Talde de esta tarde, en el que hemos estado hablando de la necesidad de extender en las empresas y los agentes de la RVCTI la cultura de la explotación de los resultados del I+D+i, de la gestión adecuada de la propiedad intelectual y la propiedad industrial, hemos recordado cuando Euskadi se llenó de carteles que nos recordaban la importancia de la Calidad…, y cómo gracias a ello hoy somos líderes en Europa en productividad.
Así que cierro los ojos y pienso en el día en que el juez vaya a anunciar el veredicto del caso de una empresa vasca contra una multinacional en un juicio megamillonario de propiedad industrial, y también en el día en que se vaya a anunciar la identidad del Premio Nobel de Física… y me imagino ese día a toda la sociedad vasca conteniendo la respiración, en la cuenta atrás, esperando el momento para desatar la euforia…
No me importa si después el veredicto del juez, o el fallo del jurado se quiere equivocar: ese día, habremos ganado el futuro para este pequeño gran país.
Me voy a casa a ver con mi familia cómo queda el marcador: quien tiene sueños, es quien puede verlos cumplidos (aunque a veces tengamos que esperar: para ganar a veces hay que perder, algo que también estos días he venido considerando por otras razones).
Guiller:
Este artículo me parece francamente brillante, muy emotivo también.
Te felicito por él, y te lo agradezco.
Los mejores deseos, como siempre,
Federico (aka euskir)
http://www.linkedin.com/in/federicoantin
http://euskirtxoko.blogspot.com
Otra paradoja al saco: ganar perdiendo.
Pues ahora que ya sabemos que el marcador, definitivamente, se equivocó, querido Guiller, hasta una gipuzkoana y segidora de la Real como yo sabe que ayer ganamos.
Julen, yo también seinto la parte graciosa de esta paradoja: ganar perdiendo, soñar con los ojos abiertos, y hacer de la ilusión (algo supuestamente tan particular, tan «de cada una») una construcción colectiva.
Finalmente pusimos la bandera en casa. Fue el resultado de una negociación compleja con mis hijas (6 añitos ellas también). Llegamos al acuerdo, y me desarmaron en mis posiciones con el argumento definitivo: caras de ilusión y una frase: «guk animatzen badugu, irabazi dezakegu». Creer en las posibilidades, aunque sean remotas.
¡Excelente «El Athletic ya ha ganado -We band of brothers II»!
Este aprendizaje de complicidad colectiva, movilizadora, por una ilusión, es muy importante. Lo que estos días la gente ha sentido, tod@s junt@s a una, no se olvida nunca y puede darse, en su medida, en otros ámbitos, en otros retos, donde también la única forma de abordarlos sea ir todos a una. We band of brothers (and sisters)! … y Aupa Athletic!
Desde la contraparte:
Esta mañana llevando a mis hijos al cole veía chavales de 3 a 12 años con camisetas cantando entre ellos y por iniciativa propia el himno del Barça «Tooot el camp,…., és un clam…».
Seguro que sería más emotivo con cantera local, pero os aseguro que el nivel de emoción y de «resonancia social» por lo que se puede conseguir este año es brutal.
Tal vez la diferencia es que el Barça sólo es «més que un club» cuando gana. Cuando pintan bastos la resonancia la puede romper el puente.
gracias @Federico, mis mejores deseos también para tus proyectos. Algún día encontraremos para que me cuentes de jazz, y de La Tipo.
y también @julen, afilado como la navaja de Ockham, y a @Pilar, que escribe comentarios mejores que mis posts.
& thanks Paul, half-brother
& moltes gràcies Pere, que disfrutéis mucho este año, que cuando la sociedad resuena, es que por dentro hay emociones. perder puede ser divertido, pero ganar, eso debe ser la letxe…
Efectivamente, tal y como era que previsible, el Athletic perdió el partido (haberlo ganado habría sido una hazaña épica), pero GANÓ muchos amigos/as y el respeto y la admiración de (recordando que somos de Bilbao) millones de personas.
Sería fantástico poder guardar toda la ilusión, la esperanza, el orgullo y el sentimiento de unión vividos durante estas últimas semanas en una cajita y echar mano de ella cuando más lo necesitemos.
¡!!Aupa Athletic!!!!
Hemos ganado!, hemos vuelto a poner la ilusión en lograr grandes metas en nuestras agendas, nos hemos contagiado, y que nos dure!, gracias Guiller.
Y, como Pilar me apunto a «ganar perdiendo».
Tuve la suerte de estar allí. Pocas veces en la vida he tenido la ocasión de sentir con tanta intensidad la fuerza de una ilusión compartida. Momentos como el paseo desde las carpas hasta Mestalla o la ovación al equipo una vez terminado el partido fueron inmemorables. Efectivamente ganamos perdiendo. ¡Aupa Athletic!
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