Alberto se me ha adelantado con su magnífico post en toiornottobe sobre las últimas intervenciones de Obama (este hombre me alegra el día), cuya lectura recomiendo vivamente. Como Alberto es amigo y buena persona, me ha pasado por debajo de la mesa una pista para que pueda yo también cumplir con mi compromiso semanal con este blog (gracias, joven).
Siguiendo esta pista, he encontrado dos posts que van alineados con algunas de las últimas conversaciones que voy teniendo con Julen, y con algún post que escribimos también hace un año y con el que nos dejó Alaitz la semana pasada:
- Por qué las subvenciones están arruinando la I+D+I
- Real Lives and White Lies in the Funding of Scientific Research
El modelo de subvenciones para estimular las actividades vinculadas a la generación del conocimiento y su aplicación práctica tiene limitaciones evidentes, y ha generado un sistema profundamente ineficiente. Siendo eso malo, todavía es peor que la inercia del sistema tiende a perpetuarlo, con entidades cada vez más voluminosas que necesitan de este sistema para sobrevivir.
Así que muchos de mis amigos me dicen ¿y para ese sistema estás pidiendo tú que se incrementen los fondos dedicados a I+D? ¿para alimentar a ese monstruo? ¿no sería mejor que adelgace, a ver si el hambre le hace buscar nuevos pastos menos contaminados?
Son preguntas que tienen todo el sentido, y que merece la pena contestar. Si no somos capaces de hacerlo tendríamos, por coherencia, que cambiar nuestro discurso…
Mi respuesta es sencilla de explicar, aunque probablemente no le sirva a nadie más que a mí ¿por qué pido más recursos para nuestro Sistema de Ciencia y Tecnología?
Porque conozco el lado oscuro del sistema, y lo he sufrido en primera persona. Pero también conozco a muchas, muchas personas que, dentro de ese Sistema podrido e ineficiente, pelean cada día por crear valor, con compromiso, con honradez, con sentido común. Personas en cuyos ojos veo frustración por el metro de fango en el que tienen que moverse, pero también la firme determinación de salir algún día de ese cenagal. Empresarios, investigadores, ejecutivos, comerciales, becarios…, que sufren la ineficiencia en primera persona, y también las críticas que llegan desde muchos ámbitos, y siguen trabajando conscientes que la mejor respuesta es crear valor en las empresas y en la sociedad.
Personas cada vez mejor formadas, que cada día entienden mejor que el conocimiento que generan vale mucho más que la subvención que malpaga su coste. Personas que están buscando las vías de salida del laberinto haciendo patentes, creando empresas, formándose en el extranjero, colonizando los centros de excelencia globales…
Por eso vine a Innobasque, y por eso he hecho de la defensa de nuestro imperfecto sistema mi bandera. No porque me guste el sistema (que no me gusta una mierda), sino porque me creo que merece la pena dedicarme a trabajar con Txema, con Pilar, con Jox, con Joseba, con Alex, con Alejo, con Iñaki, con Javier, con Julián, con Begoña, con Manuel, con Rogelio, con Roberto, con Elena, con Carlos… (mejor te vas a mi perfil de Linkedin y echas un vistazo) para convertir a este adolescente sistema en uno más maduro. Para liberalizar el mercado del conocimiento.

¿Para qué dar de comer a un gusano?
Y ya sé que habrá personas que tengan otra experiencia, y respeto su punto de vista. Aunque muchas veces pienso que si conociesen a más personas que investigan en nuestras Universidades, Centros Tecnológicos, CICs, BERCs, Hospitales, Unidades de I+D en Empresas…, cambiarían su punto de vista.
¿Quieres saber por qué quiero más fondos para nuestro Sistema? Conoce a sus personas, y ya verás como tú también te convences de que es una de las mejores inversiones que podemos hacer como país.
Para empezar, este lunes, te espero en Atom by Atom
Como otras muchas veces en otros ámbitos de la vida, pagan muchos justos por unos pocos pecadores.
Complicado asunto, Guiller. ¿Qué ha pasado con las ayudas de Berrikuntza Agendak? Consultoría gratis para las empresas. Resultado: se incrementa el riesgo de que salga lo peor de cada casa (del consultor y del cliente). Todo ello, además, encajado en un traje metodológico que ahoga más de la cuenta y con control muy poco transparente, por no decir opaco. Pero hay dinero, luego hay proyectos. Entre la porquería saldrán proyectos estupendos que justificarán toda esta parafernalia.
Complicado asunto.
El pasado viernes coincidí con más de 140 potenciales agentes del Sistema Vasco de Ciencia y Tecnología, aunque ellos y ellas todavía no lo saben. Tienen entre 10 y 16 años, y se acercaron hasta Zamudio para contarnos cómo piensan resolver el reto de la movilidad y el transporte del futuro, dentro de la competición First Lego League, que este año organizamos por primera vez en Euskadi. Las amigas de Euskaltel (¡gracias Ainhoa y Nerea!) nos cedieron su casa para un encuentro divertido, y esclarecedor. Esti, Bego, Naiara, Rebeca y Alberto, de Innobasque, fueron testigos.
Fue un baño de humildad: sin recursos, sin conocimientos previos, sin subvenciones que corrompan su imaginación, han sido capaces de embarcarse en una aventurilla que les va a consumir mucho de su tiempo libre en las próximas ocho semanas. Cada equipo presentó su visión sobre la movilidad y el transporte, admitieron desconocer casi completamente el mundo de la robótica, y sin excepción, se mostraron con una enorme ilusión por divertirse… y !aprender!
Por ahora, no saben nada de las complejidadades del opaco mundo de la investigación, pero tienen ganas de zambullirse en las aguas del conocimiento. Querido Guillermo: toca apretar el acelerador, para que el Sistema que reciba a esta nueva generación sea mejor que el que, en muchas ocasiones, nos ha llegado a decepcionar. Con sus luces y sus sombras, es la base sobre la que tenemos que seguir construyendo. Pieza a pieza. Como el juego de Lego.
Estoy completamente de acuerdo contigo Guillermo en la necesidad de incrementar los fondos destinados a la I+D. De las cosas que aprendí en la facultad de economícas, recuerdo claramente la falta de eficiencia del mercado para asignar los fondos destinados a la investigación y la necesidad imperiosa de intervención pública en el campo de la investigación para llegar al óptimo social y desde luego en el País Vasco estamos todavía lejos del mismo.
Esto no nos debe despitar, sin embargo, de la urgente necesidad de mejorar nuestro sistema, de organizarlo mejor, de separar el grano de la paja y de hacerlo más eficiente.
Pero no mezclemos ambas cosas ni pongamos una como requisito de la otra, pues en ambas hay que ir dando pasos simultaneamente. Más fondos y un sistema más eficiente es lo que necesitamos.
Cito a Porter cuando dice que la riqueza de un país depende de su capacidad de competir en sectores avanzados, de altos salarios y alta productividad. En sí mismo, creo que los Agentes de ciencia y tecnología de Euskadi tienen niveles de productividad aceptables, si los medimos sólamente por sus retornos monetarios. Por ese lado, creo que se ha hecho un buen trabajo, aprovechando al máximo las fuentes de financiación locales, estatales, europeas… y compitiendo con otros agentes de otras regiones y países.
Sin embargo, la riqueza generada por estos agentes todavía tiene el reto de amplificarse, para crear valor no sólo monetario para la industria y la sociedad, conectándose mucho más fuertemente con el resto de sectores y sirviéndoles de apoyo real y efectivo. Ahí está el reto, en olvidar la cultura endogámica, en pensar en productos ý soluciones más que en proyectos a corto plazo, en liberarse del yugo de la dirección económica y financiera, etc.
Recuerdo como en Canadá un proyecto de I+D, si no era apoyado por socios industriales, nunca contaba con ayuda del estado.
De todo esto concluir que las ayudas a la I+D sí, son necesarias, pero en un entorno que favorezca su productividad y su efectividad, en combinación con el resto de industrias y agentes.
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