Se me ha ido Septiembre casi sin verlo, tratando de poner un poco de orden en una agenda que todavía se me desborda un poco. El orden irá surgiendo, es cuestión de paciencia (lo de Kaiku y el desastre posterior, tiene peor arreglo. De momento, dar la enhorabuena a los bermeanos, y esperar que sepamos aprender de los errores).
Me quedan de este mes varios recuerdos que se me han quedado enredados en las preocupaciones que llevo en la cabeza.
- Me acerqué el 17 y el 18 a la Universidad de Cambridge, que ocupa el número 1 del «2010 QS World University Rankings®», en una de mis últimas actuaciones como Director Académico del IM2 de Deusto Business School, que pasa a denominarse este nuevo curso Executive Master in Business Innovation (me sucede un excelente joven, que lo hará mucho mejor que yo). Le pregunté a mi amable anfitrión, el profesor de la Judge Business School y empresario Shailendra Vyakarnam por las razones de este éxito, y su respuesta fue tan sencilla como reveladora: Cambridge ha sabido encontrar el camino a la globalidad sin perder sus raíces. Excelencia investigadora y vocación emprendedora que atrae a alumnos e innovadores procedentes de todo el mundo.
- Este jueves participé en representación del Grupo Accenture en una jornada organizada por el diario «El Nuevo Lunes» y BBK, en una mesa redonda «Innovación y Globalización: Creación de valor a través de la tecnología: nuevas vías de expansión empresarial tras la crisis». Todas las ponencias tuvieron el mismo hilo conductor: la globalización es imparable y afecta a todos los sectores: la única forma de sobrevivir es la innovación. Varias empresas vascas (Euskaltel, Ingeteam, CAF, Idom, Panda, Maier), explicaron cómo están usando las Tecnologías de Información y Comunicaciones para afrontar esta realidad. Empresas con raíces y con alas. Super-interesante, y también divertido un vídeo que nos enseñó Microsoft sobre cómo será nuestro próximo futuro…
- … y anteayer me acerqué a la jornada de presentación de la edición de este año de FLL Euskadi. Me emocioné escuchando a jóvenes – éstos además sí que son jóvenes ; ) – hablando de cómo había sido la experiencia de competir en Estanbul, en Atlanta. De cómo habían llevado su ilusión, sus ganas, y también su cultura, sus raíces. Me emocioné también cuando comunicaron que el 100% de las voluntarias y voluntarios que participamos el año pasado vamos a volver a colaborar en esta edición (que necesita más voluntarios todavía, porque este año hay 26 equipos!!!)
Voy dando vueltas en mi cabeza, en mis conversaciones, en mis pesquisas por este universo 2.0., a una pregunta que no tiene fácil respuesta. Cómo ser local y global al mismo tiempo, una pregunta con muchas derivaciones (cómo conjugar un modelo de negocio de una firma global con un negocio que quiere ser también local… cómo pueden nuestros centros tecnológicos competir en el mercado global de la tecnología, sin olvidar que han nacido para apoyar a las empresas de su entorno…).
Habrá quien solucione el enigma eliminando una de las condiciones de contorno, las raíces o las alas (es una tentación en la que caemos con facilidad: tratar de eliminar lo que no entendemos). Pienso que, más bien, la solución pasará por juntar los dos extremos. Quizá por eso me emocioné escuchando al joven de Laurosonic contando su viaje a Atlanta: a veces basta con mirar la realidad con ojos nuevos. La respuesta irá surgiendo, es cuestión de paciencia…
Eskerrik asko por tu post. De raíces andamos afortunadamente bien. En general, lo que nos hace falta transitar con más decisión y ambición (y frecuencia) por la ramas internacionales.
Guiller:
Ya es un poco viejo, pero The Lexus and the Olive tree, puede inspirar, su metáfora da juego, ¿qué es más global el Lexus o el olivo?,
http://www.thomaslfriedman.com/bookshelf/the-lexus-and-the-olive-tree
Gracias jóvenes,
Las raíces hay que cuidarlas también Paul, que el riesgo de quedarse en la superficie o andarse por las ramas no es pequeño (como tuve ocasión de comprobar recientemente en una charla).
No conocía la parábola de Friedman, Alberto, aunque me ha parecido muy acertada. Me quedo con el olivo.
un abrazo.
Raíces y Alas | El mundo está a favor de los pequeños…