Vengo del acto inaugural de la Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
Nicholas Negroponte, acompañado de Pedro Luis y el Lehendakari, ha pasado por la Puerta de la Innovación.
Y nos ha dejado escrito un consejo:
Y luego nos ha contado que para fomentar la Innovación de verdad, deberíamos escuchar a los que son y piensan diferente, ven las cosas desde otro punto de vista, son iconoclastas, son jóvenes… Que debemos educar a nuestros hijos enseñándoles que es bueno cometer errores (la mejor forma de aprender).
Y luego nos ha recordado que los proyectos imposibles (como OLPC) son los que merecen la pena.
¿Podríamos haber inaugurado la Astea con mejor pie?
Muy de acuerdo Guiller con muchas cosas que dijo (sobre todo con escuchar a los jóvenes of course)…
Y muy interesante a primera vista tu blog, si señor. Ha hecho falta que me llegue en el boletín Innobasque hoy para enterarme… manda h; no obstante Zorionak.
Lo ficho para favoritos, prometo estar al tanto y si humildemente, tengo algo que aportar, lo haré.
Segi horrela,
Iker
No sé si has leído el último libro de Gary Hamel. Si quieres radicalidad, ponte con él cuando puedas.
Bieno… cualquier afirmación categórica «is the enemy», incluídas éstas que yo hago…
Si se observan de cerca, hasta las innovaciones más aparentemente radicales tienen antecedentes, y hasta las más aparentemente incrementales necesitan de algo radical ( a veces lo más radical es simplemente atreverse a dar un paso…)
La naturaleza combina, para crear, la radicalidad de la mutación con la estabilidad de la herencia: el conjunto… la evolución.
Hasta los futuros más osadamente imaginarios necesitan su semilla, aunque sea pequeñita y humilde, en el hoy. Si no somos capaces de reconocer la semilla ahora tal vez después pensemos que alguien inventó un árbol.
Por cierto, estoy tan de acuerdo en escuchar a los jóvenes como en escuchar a los ancianos … ¿Qué edad tiene Negroponte?