Ya conté en mi primer post que mi llegada al universo 2.0. fue en el Ateneo Naider (que recientemente han renovado, para bien por cierto). Dejé un comentario en el post «Contrato Social por la Ciencia, la Tecnología y la Innovación«, que firmaban Iñaki y Carlos el 4 de Abril de 2006. Sentí la necesidad entonces de entrar a dejar un comentario, porque creía en ese Contrato y tenía la seguridad de que podíamos construirlo, trabajando juntos. Lo sigo creyendo.
Fui testigo del esfuerzo generoso de Iñaki y Carlos por sacar adelante aquella excelente iniciativa, del apoyo de Joseba…. Recuerdo todavía una conversación con Iñaki, en el viaje a Israel que organizó Gaizka, hablando sobre todo el trabajo que quedaba por hacer para hacer posible ese Contrato Social, que esta semana ha sido una vez más invocado. Cuántas cosas tienen que cambiar en el Gobierno, y cuántas cosas tienen que cambiar en nuestra sociedad, en nuestras empresas, en nuestros agentes científico-tecnológicos…
Al final, en nuestras personas: en ti y en mí. Así de complicado es el trabajo de Innobasque.
Me he acordado de todas estas cosas esta semana que he leído que «los tiempos en los que las personas miran a los partidos o a las instituciones públicas para saber por dónde caminar, han terminado«. Eso me parece también a mí (bueno, y a cualquiera que siga los sondeos). Es bueno que los partidos y las instituciones públicas lo vayan interiorizando, porque la realidad es esa (aquí, en Alemania y en Japón, no somos muy originales en esto).
Lo que pasa es que a renglón seguido sigues leyendo: «Por eso vamos (el Gobierno) a proponer, y liderar, un nuevo contrato social entre los vascos«. La verdad, debo ser un poco obtuso, porque no acabo de ver cómo cuadran las dos partes: si se han enterado de que han terminado los tiempos en que las personas miran a los partidos políticos y a las instituciones públicas ¿cómo piensan que van a poder liderar el Contrato Social…?
Para ver si lo entiendo mejor, me voy al capítulo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, y leo:
La investigación y la innovación requieren un nuevo y decidido impulso. En los presupuestos aprobados dedicamos 387 millones de euros a la innovación e Investigación, de los cuales 40 Millones corresponden al Fondo de Innovación. Pues bien, vamos a incrementar en otros 40 millones este fondo.
Serán fondos para dedicar a nuevos proyectos para la investigación e innovación gestionados directamente desde Lehendakaritza. Voy a asumir personalmente la responsabilidad de liderazgo con un fuerte impulso a la investigación e innovación
En los ámbitos de investigación e innovación existen en la actualidad una red tan compleja, con organizaciones y programas tan variados, que es difícil materializar un hilo conductor o un elemento aglutinante de todos ellos. Fuera de Euskadi, además, están trabajando investigadores de primer, formados gracias a programa financiados por el Gobierno Vasco, que han tenido la posibilidad de retorno adecuado. Por todo ello, vamos a crear de forma inmediata una entidad atractiva para recuperar y atraer talento y que conforme el núcleo de coordinación de nuestro complejo entramado dedicado a la investigación y a la innovación.
Excelente: más recursos en Innovación, más atención al talento (echo en falta alguna referencia a sembrar y cuidar el propio…), más coordinación… Esta gente del Gobierno debe leer «Thought in Euskadi«, porque nos hace caso en casi todo ; ).
Aunque se han debido saltar algunos posts. Es lo de la colaboración privado-pública que hablaba en el último post, y que llevamos dicho en muchos otros. Igual es que lo decimos de formas un tanto poéticas o metafóricas, y por eso en este post lo voy a decir más claro.
No sé si cuando se plantea la una entidad atractiva para recuperar y atraer talento y que conforme el núcleo de coordinación de nuestro complejo entramado dedicado a la investigación y a la innovación , se ha pensado cómo encajan en ese enunciado entidades como Ikerbasque o Innobasque (por no hablar de Bizkaia Xede, Gipuzkoa Berritzen u otras que llevan años trabajando en estos ámbitos).
Precisamente llevábamos unos cuantos meses en un Grupo de Trabajo en el que participan todos estos agentes, madurando la idea de llegar a un Acuerdo Interinstitucional en estas cuestiones del talento. Habíamos comentado también estas cuestiones a varios agentes privados que se dedican a esto del talento, un negocio que va a crecer en los próximos años, para no interferir en su negocio desde lo público. Se lo habíamos contado también al nuevo Gobierno.
Íbamos poco a poco, porque lo primero era profundizar en el diagnóstico, generar una propuesta compartida, llegar a acuerdos en cosas sencillas, y luego ir a cosas más complicadas y proponerlas en los órganos de gobierno.
Porque lo coherente es llevar estas propuestas al Patronato de Ikerbasque, a la Junta Directiva de Innobasque, al Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación, antes que anunciarlas como decisiones unilaterales en los medios de comunicación.
Porque son estos órganos los que tendrían que empezar a decidir sobre estas cuestiones, si respetamos las reglas de juego. Y si no vamos a respetarlas y al final el Gobierno va a decidir en solitario, la verdad, lo mejor es que dejemos todos de hacer el paripé y el Gobierno construya un sistema exclusivamente público. Pero luego que no nos vengan con lo del Contrato Social, por favor.
Llevamos años, unas cuántas personas que yo conozco, cada vez más, trabajando por que el Contrato Social sea una realidad en Euskadi. Y seguiremos trabajando, y acabará siendo una realidad, no tengo ninguna duda. Estos cambios llevan tiempo: Pedro Luis situó la línea del horizonte en 2030, y creo que acertó bastante.
Él supo prestar su inmenso caudal de liderazgo a este Contrato Social con generosidad, con entusiasmo, con visión. Y lo ha ofrecido a todas las opciones políticas, a todas las instituciones. Y he sido testigo de cómo algunos le han apoyado sin reservas, otros con precaución, otros han desconfiado, y otros han temido perder un liderazgo que no tenían. Y en esto, lo que ha marcado la diferencia han sido (como siempre) las personas, no las opciones políticas ni las instituciones. De particular mérito me han parecido quienes, entendiendo mejor otros estilos de liderazgo, han sabido también apoyarle.
Ha dejado también un excelente sucesor al frente de Innobasque, que sabrá conducir la nave en este próximo período. En este liderazgo, es en el que yo creo, y por el que seguiré trabajando. Esto necesita Innobasque, IK4, Tecnalia, y también las iniciativas que pongamos en marcha para atraer talento, y para retener, cuidar y mimar al que ha ido surgiendo aquí. Que las personas con talento irán ellas solitas a los países y ciudades que sepan construir proyectos coherentes.
Por cierto, si el Gobierno busca ciudadanos libres, en nuestra comunidad de «Thought in Euskadi» les puedo presentar a unos cuantos (y he tenido ocasión de comprobar que se prestan como voluntarios cuando hay que trabajar por el interés común, aunque sea en sábado). Cada semana se nos juntan unos pocos.
Ánimo, y a ver si vamos andando el camino, antes de que se nos haga de noche.