Este mes se han cumplido 500 años del nacimiento de Mercator, un joven flamenco al que debemos en gran medida la imagen del mundo que hoy tenemos en la cabeza. Cada vez que consultamos un atlas o nos valemos del sistema de posicionamiento global (GPS), nos beneficiamos de la “proyección Mercator” que él ideó.
Ya sabéis que ando buscando al nuevo Mercator, al joven que sea capaz de dibujar un mapa útil para entender el mundo que viene. En concreto, el mapa que busco es el económico: entender cómo va a funcionar este complejo mecanismo que hemos puesto en marcha con la globalización. Ya sabemos que el mapa del capitalismo no sirve, hasta los líderes de Davos se han dado cuenta, y han llegado a la conclusión de que hay que rediseñarlo.
Estas noches vengo leyendo un libro que acaba de publicar este mismo año el Banco Mundial, coordinado por su Chief Economist & Senior Vicepresident, Justin Yifu Lin. Entre los que aportan, caras conocidas como Dani Rodrik, ya os hablé de él hace algunas semanas. El libro viene a recoger las tesis que Justin ya defendía desde su trabajo anterior, en el China Center for Economic Research de la Universidad de Pekin, un think tank del que fue fundador y primer director y que ahora acaba de cambiar su nombre por el de National School of Development.
También tiene mucho que ver con el curso que Dani acaba de empezar a impartir en Harvard, que se llama “Political Economy After the Crisis”. Para los estudiosos, os dejo el link al programa y a los vídeos de las dos primeras clases (la primera y la segunda). Las ha puesto en su blog, me parece una forma excelente de generar interés e influencia. Viendo los vídeos, siento un poco de sana envidia, tenemos mucho que aprender…
Volviendo al libro, el título recoge el ambicioso objetivo que persigue la publicación:”New Structural Economics: A Framework for Rethinking Development and Policy“. Repensar por completo las políticas y doctrinas económicas a aplicar en los países emergentes que lideran ahora el crecimiento económico muncial (incluyendo China, por supuesto), y también en los países cuyo turno todavía no ha llegado, pero que en las siguientes décadas tomarán el relevo (aquí puedes incluir a casi todos los del continente africano, por ejemplo).
Justin es más inteligente que los líderes de Davos, y se formula la pregunta correcta: la pregunta no es cómo repensar el capitalismo para beneficio de los “países desarrollados” (los sistemas que necesitan USA, Japón y Europa no le preocupan demasiado), sino que centra su mirada en “los países en desarrollo”, donde radica el verdadero reto del Siglo XXI, y se pregunta cómo tiene que funcionar la economía de estos países: ¿intervención del estado como entre 1950 y 1980, nacionalismo económico a tope? Más bien no… ¿libre mercado, como las tres últimas décadas, privatización de todo lo que se mueve? Frío, frío….
El autor quiere ser el nuevo Mercator, y por eso no es en absoluto casual que en la primera frase de la introducción cite un libro que te sonará: “An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations” (Adam Smith, 1776). Las tesis que defiende tienen mucho sentido y se ha rodeado de lo mejorcito de los economistas que, a escala global, están reflexionando sobre el mundo que viene: quiere ser el nuevo Adam Smith…
Te puedes estar preguntando qué tiene que ver este tema con Euskadi. Están hablando de los “países en vías de desarrollo” y de los “países emergentes”, de la “base de la pirámide” de la que suelen hablar Paul y Joxean en sus posts, no de las economías ya desarrolladas, como la nuestra… ¿Por qué nos interesa en Euskadi este libro?
Pues porque pienso que la única forma de que el nacionalismo económico funcione adecuadamente, es que adopte una perspectiva correcta de los procesos que van a configurar la economía global. Si no entendemos lo que pasa en el mundo, no podremos definir una política industrial o científico tecnológica en Euskadi que ayude a nuestras empresas, que van a navegar esos mares procelosos. No podemos manejar un par de estereotipos sobre China, India y Brasil, y no podemos manejar un mapa mental que acabe en 2015: hay que ir aprendiendo a entender el mapa global del desarrollo económico global en el Siglo XXI, necesitamos mapas adecuados.
Y, como no podía ser de otro modo, una de las claves de este desarrollo pasa por entender el nuevo mapa global de la Ciencia y la Tecnología, al que Justin dedica mucha atención en el libro desde la perspectiva de las políticas industriales, como explica en la introducción:
For the introduction of new technologies, developing countries can turn their backwardness into an advantage by borrowing or adapting technologies that have already matured in richer economies. In contrast, advanced economies must produce at the global technology frontier and have to invest continuously in new R&D to achieve technological innovation.
Hence developing countries have the potential to achieve a rate of technological innovation several times higher than that of advanced countries.
Te dejo el link al vídeo de la presentación del libro la semana pasada, y el Powerpoint que utilizó Justin. También está por la red el Powerpoint que utilizó para hacerle el contrapunto el Director del Center for International Development de Harvard, Ricardo Hausman, que introduce una ecuación que me encanta: “Desarrollo = Transformación de las Estructuras = Conocimiento Productivo”
Si no tienes tiempo de echarles un vistazo, no te preocupes: tengo la certeza de que oiremos hablar mucho en los próximos años de “New Structural Economics”.
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