Mientras Joseba agradecía el muy merecido premio recibido en el IV Aniversario de Naider (larga vida y que no perdáis nunca lo que ahora tenéis), nos dejó una perla de Jorge Oteiza que ya había leído en alguna ocasión: «La aventura puede ser loca, pero el aventurero tiene que ser cuerdo». Es lo que tiene la Cultura, que es un tesoro.
La verdad es que estos últimos días estoy encontrándome con la Cultura con más fecuencia de lo habitual. Me recomendaban también esta semana que leyera sobre cómo los pescadores vascos de ballenas y bacalao se atrevían con el mar del Norte, y me recordaban que han sido más de dos las grandes transformaciones que nos han llevado hasta lo que ahora somos: fuimos primero pastores, y luego pescadores de ballenas, y luego ferrones…
No me lo recordaba un historiador, sino un Doctor en Medicina y excelente gestor, que esta semana además ha recibido la Q de plata en el Hospital que dirige. Si es verdad que la Innovación es cosa de Personas, con los tesoros que estoy encontrando en el Departamento de Sanidad, en Osakidetza, en la Fundación BIO… podemos estar muy tranquilos: nuestra salud está en manos innovadoras.
Siguiendo el rastro, he visto que Wikipedia nos cuenta «The Basques were the first to commercially hunt the North Atlantic Right Whale. They began doing so as early as the 11th century…». Si fuimos capaces de ser los primeros en enfrentarnos al Atlántico Norte y a monstruos de 70 toneladas hace un milenio, no parece tan difícil que seamos los primeros en esto de la Innovación.
Así que, siguiendo estos sabios consejos, en 2009 habrá que navegar por aguas revueltas y tormentosas, en una embarcación frágil, buscando por dónde soplan (que alguna ballena nos toca ya cazar…). Menos mal que nuestra barca no está sola, otros muchos nos acompañan en la expedición.
La aventura puede ser loca, pero el aventurero tiene que ser cuerdo.
PS. La foto anterior me ha quedado un poco dramática, así que mejor dar la bienvenida al 2009 con una puerta abierta a un futuro mejor (haz click en la foto, que tiene truco)
Siempre me surge la misma duda: ¿son los pueblos aventureros, audaces, innovadores… o lo son las personas que los habitan, los hacen grandes, los adecúan a la altura de sus sueños? Las anteriores transformaciones fueron obras colectivas, nacidas, en la mayoría de los casos, de la necesidad. También lo será esta Gran Transformación que queremos azuzar desde todos los frentes, y especialmente, a través del viento fuerte de la innovación. Como dices, Guillermo, hay muchos diamantes poblando nuestro pueblo, y probablemente, la labor más difícil será encontrar la manera de que todos y todas compartamos ese «sueño principal» de nuestra época.
«La sabiduría consiste en tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen” William Faulkner
Ulises, en el octavo círculo del infierno – euskadi™